Razones importantes para aumentar tus Defensas
Problemas respiratorios persistentes
Las dificultades para respirar, la tos crónica o los episodios frecuentes de bronquitis o neumonía pueden ser síntomas de que el sistema inmunológico no está defendiendo eficazmente al cuerpo contra patógenos.
Fatiga constante
Una sensación de cansancio extremo o falta de energía que persiste, incluso después de descansar, puede ser una señal de que el cuerpo está luchando para mantener su sistema inmunológico en funcionamiento.
Gripes recurrentes - Influenza
Las personas con un sistema inmunitario débil tienden a enfermarse más a menudo, especialmente de infecciones comunes como resfriados, gripe y otras enfermedades virales o bacterianas que no se resuelven fácilmente.
Problemas digestivos recurrentes
Los trastornos gastrointestinales como diarrea, gases o hinchazón, pueden estar relacionados con un sistema inmunitario que no está funcionando correctamente, ya que el intestino es una parte clave del sistema inmunológico.
Cáncer - Quimioterapia y Radioterapia
El cáncer y los tratamientos para el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden debilitar el sistema inmunitario. Esto hace que el cuerpo tenga dificultades para reconocer y eliminar las células cancerosas, y también puede aumentar la vulnerabilidad a infecciones.
Infecciones de la piel
Las infecciones cutáneas, como hongos o bacterias que aparecen con frecuencia y tardan en sanar, pueden ser un signo de un sistema inmunológico débil.
